Lunes 26 de agosto.
Hace menos de un mes, los 9 voluntarios nos encontramos en la misma situación. Maleta, pasaporte y algunos nervios por subir al avión.
A pesar de enfrentarnos a una circunstancia similar, nosotros ya no somos los mismos.
Ahora nuestro equipaje va cargado de historias, experiencias, nombres y miradas pero sobre todo de amor por esa gente a la que hemos conocido y que ya forma parte de nosotros.
Volvemos a nuestra «burbuja» dónde sabemos que si nos enfermamos, en poco tiempo, tendremos acceso a un centro sanitario con recursos materiales y humanos, o dónde no tenemos que preocuparnos por si comeremos hoy. Todo ello, choca en nuestra cabeza, y además de recordamos lo afortunados que somos, nos hace plantearnos mil preguntas: ¿Por qué nosotros sí y ellos no?.
Volvemos contagiados de esa fuerza haitiana, que todos los días nos han demostrado, por seguir luchando y no conformándonos por lo que pasa en el mundo, ya que esto solo acaba de empezar.

Tuve la oportunidad maravillosa de dejarme iluminar por vuestras sonrisas la llegar. Gracias. Os invito a romper la burbuja que os acoge y con ‘esa fuerza haitiana’, lo que traéis en la maleta, lo que el corazón ha guardado para siempre…. ayudadnos a romper la nuestra, a que convirtamos nuestro privilegio en posibilidad para los que no tienen lo necesario para vivir con dignidad. Ponedle nombres, luz, situaciones, realidad y verdad… a este deseo de algunos de nosotros de cambiar y ser constructores de un mundo diferente. Ahora ellos no están lejos, todavía hay mil cosas que nos separan, mil posibilidades que ellos no tienen… pero ya no están lejos, están en y contigo, con vosotros, y por lo tanto tenéis un compromiso con ellos de hacerlos presente, de hacer escuchar su voz, de dar testimonio de lo que viven y sienten… Rompe la burbuja, ayúdame a romper la mía.
Me gustaMe gusta