Suena el despertador, y nos dirigimos por fin a enfrentar nuestro primer día con ganas e ilusión, tenemos muchos proyectos por hacer y toca poner en práctica aquí todo lo que hemos preparado desde allí.
Somos nueve en el equipo y dividimos nuestro trabajo en tres grupos diferentes, dos educativos, en dos espacios distintos, uno en el centro nutricional y otro en el campo de refugiados; y un grupo sanitario.
Nos ponemos en marcha y los dos grupos educativos se dirigen a realizar talleres con niños y adolescentes, mientras que el grupo sanitario vamos al dispensario sanitario Santa Teresa de las Hermanas Carmelitas.
Rápidamente nos topamos con un choque de realidad, y el quiero “hacer, hacer, hacer…” se convierte en quiero CONOCER Y ENTENDER.
Una experiencia, nueve visiones diferentes y una misma reflexión… Queremos aportar nuestro granito de arena, pero esto pierde su sentido si no hacemos un alto en el camino para abrazar desde dentro la comunidad.